Entre los objetos más sagrados de la civilización inca, el Disco Solar de Oro destaca por su impresionante simbolismo y misteriosa historia. Hace siglos, dominaba el Coricancha reflejando los rayos del sol con tal fuerza que parecía iluminar el imperio incaico entero. Algunos historiadores sostienen que podría haber servido como calendario lunar, mientras que las leyendas le atribuyen propiedades místicas. Sin embargo, este símbolo de poder desapareció con la llegada de los conquistadores. ¿Cómo pasó de ser un ícono sagrado a perderse en un incendio, cruzar fronteras y regresar triunfante a Cusco en el siglo XXI?

Descubre cómo un objeto circular de apenas 13.5 cm de diámetro se convirtió en el epicentro de mitos, ceremonias y disputas culturales. 

El disco Solar de Oro: Símbolo Sagrado de los Incas

El Disco Solar de Oro conocido como la Placa Echenique era un objeto sagrado de los incas, un artefacto circular elaborado en oro puro que representaba al sol, la divinidad principal de la cosmovisión andina conocida como Inti. Este disco no solo era un símbolo religioso, sino también un ícono de poder y conexión espiritual.

Esta pieza destacaba por su diseño elaborado, que reflejaba la perfección y el simbolismo del astro rey. Su superficie contenía grabados que representaban rayos solares, junto con posibles inscripciones o símbolos relacionados con la astronomía, los ciclos de la naturaleza y las creencias incas.

Disco solar inca
El disco solar inca o placa Echenique, conocido también como el escudo del Cusco.

Características del disco o la Placa de Echenique

  • Forma: Circular. 
  • Material : Compuesto por un 90% de oro, un 5% de plata y un 5% de cobre.
  • Dimensiones: Mide 13.5 cm de diámetro y 0.50 cm de ancho.
  • Diseño iconográfico: Su decoración incluye un círculo central detallado de un rostro, rodeado por veinte secciones en elborde que muestran rostros, fases lunares (cuarto creciente y cuarto menguante) y figuras geométricas como rombos, cuadrados y ovoides. Estos elementos podrían representar calendarios asociados con festividades y ceremonias anuales.
  • Significado: El Disco Solar es una obra que combina arte, astronomía y religión de manera excepcional.

Historia del Disco Solar o Placa de Echenique

Este símbolo sagrado, alguna vez ubicado en el Templo del Coricancha, desapareció con la llegada de los españoles, dando pie a múltiples teorías sobre su destino. En 1853, el expresidente José Rufino Echenique recibió una colección de objetos de oro, donde estaba incluida esta pieza, conocida posteriormente como la "Colección Echenique".

El historiador inglés Clements R. Markham documentó el disco en 1883. Más tarde, Julio C. Tello descubrió que la colección fue enviada a Santiago de Chile, donde se perdió en un incendio. Años más tarde 1912, el coleccionista Eduard Gaffron vendió el disco al estadounidense George Gustav Heye, fundador de un museo precursor del actual Museo Nacional del Indio Americano del Smithsonian.

En 1986, el disco, conocido como la Placa o Sol de Echenique, fue declarado escudo oficial de Cusco por su profundo valor cultural. En una ceremonia oficial, el presidente Francisco Sagasti lo reconoció como el "Sol del Cusco".

El disco Solar
El disco Solar en el Coricancha

Antigüedad del Disco Solar: Datación cronológica

La datación del Disco Solar varía según los expertos. John H. Rowe fecho su creación alrededor del 500 a.C., mientras que Luis Guillermo Lumbreras lo identificó como un pectoral perteneciente a la cultura Marcavalle, con una antigüedad aproximada de 3000 años. Algunos investigadores sostienen que este objeto era un símbolo exclusivo de los gobernantes incas.

Investigaciones sobre la Pieza del Disco de Echenique

  • Julio C. Tello (1923): Identificó una conexión entre la iconografía del disco y el dios Wiracocha.
  • Clements R. Markham (1910): En su obra The Incas of Perú, propuso que el disco funcionaba como un calendario lunar relacionado con ceremonias y festividades mensuales.
  • Jhon Rowe (1976): Relaciona el estilo Paracas con el Cusco, basándose en la similitud entre la cerámica Paracas y la Colección Echenique. Ubicó la pieza en la época 6 del Horizonte Temprano, vinculándola al estilo Marcavalle.
  • Gutiérrez Samanez (2006): Indicó que el "escudo de los incas" o Placa de Echenique representaba el sol que portaba el alférez real Inca en el pecho. Según su investigación, esta pieza, obsequiada al presidente Echenique durante su visita al Cusco, habría llegado posteriormente a un museo en Estados Unidos.
  • Jorge A. Calero Flores (1997 y 2017): Analizó la Pluma Echenique, el Disco Echenique y el Disco Oberti, concluyendo que estas piezas pertenecen a la Fase 8 de Ocucaje (700 a. C. – 600 a. C.) por su similitud estilística con los íconos Paracas y el estilo cusqueño Chanapata (600 a. C. – 200 a. C.).

El Disco Solar de Oro en la Cultura Inca

El disco solar de oro, el objeto más sagrado de la cultura inca, ocupaba un lugar central en el Coricancha, el templo principal del imperio. Este símbolo de culto a los dioses elaborado en oro reflejaba los rayos del sol con tal intensidad que iluminaba el templo y era visible desde lejos.

El arqueólogo Julio C. Tello lo relaciona con el dios Wiracocha, mientras que el historiador Clements R. Markham sugirió que funcionaba como un calendario lunar para organizar rituales.

El Disco como símbolo solar y divino

El Disco Solar encarnaba la representación física de Inti, el dios sol. Como símbolo divino, se creía que contenía la energía del universo y era fundamental para mantener el equilibrio entre los mundos espiritual y material. Además, simboliza la fertilidad y la conexión con los dioses. Era un recordatorio de la importancia del sol en la vida diaria, no solo como fuente de luz y calor, sino también como guía espiritual. Este disco también representaba la dualidad de lo divino y lo terrenal, uniendo ambos mundos en un solo objeto.

Inca Garcilaso de la Vega
El Inca Garcilaso de la Vega

Según el cronista Inca Garcilaso de la Vega menciona, en el testero del templo se colocaba una imponente figura del Sol, elaborada completamente en una plancha de oro. Esta representación mostraba un rostro circular rodeado de rayos y llamas de fuego, todo esculpido como una sola pieza. Es importante destacar que los incas, en su devoción exclusiva al Sol, no permitían la presencia de otros ídolos, ya fueran propios o ajenos, en aquel sagrado espacio. Este detalle refleja su estricta práctica religiosa centrada en el culto solar, sin diversificación hacia otras deidades.

La leyenda del Disco Solar

Cuenta la leyenda que el dios Sol se convirtió en en persona y le apareció al inca Pachacútec durante la guerra contra los Chancas, quien lo animó a luchar y le mostró un espejo donde señalaba los territorios que debía conquistar, asegurándole la victoria. Tras este evento histórico, Pachacutec consolidó al dios Sol como la deidad principal de los incas, lo que fortaleció su autoridad y marcó el inicio de la expansión del Tahuantinsuyo.

Leyenda del disco solar
Vista de la leyenda del disco solar donde dios Sol le aparece en persona a Pachacútec.

El escudo del Cusco

El diseño del Disco Solar ha inspirado diversos elementos culturales, como el escudo de Cusco, por ser el símbolo de identidad del legado incaico. El 23 de junio de 1986, el consejo provincial de Cusco junto al alcalde Daniel Estrada Pérez en una sesión solemne reemplazó el antiguo escudo colonial por la "Placa Echenique" como escudo oficial de la ciudad. Asimismo se prohíbe el uso de símbolos heráldicos de la época de la conquista como el antiguo escudo de armas. Este acuerdo municipal fue oficializado y publicado en el diario El Peruano el 2 de julio de 1986.

El retorno del Disco Solar al Cusco, Perú

A lo largo de los años, varios esfuerzos han buscado la recuperación del Disco Solar. Desde el 2017, las autoridades peruanas han gestionado la devolución de la pieza de oro al Perú que se exhibe en la sede de Washington D.C. del Museo del indio Americano. En 2019, el Instituto Smithsoniano permitió su préstamo para una exposición en Cusco.

El 19 de junio de 2021, en una ceremonia por el Bicentenario de la Independencia, la pieza fue devuelta oficialmente al Perú. Finalmente, días después, el 24 de junio, el presidente Francisco Sagasti la entregó al alcalde de Cusco, Víctor Boluarte, durante la celebración del Inti Raymi en Sacsayhuamán, en representación del pueblo cusqueño y las comunidades originarias.